Cuando alguien lee un libro y va entendiendo la psicologia de los personajes por lo regular se pone en el lugar del personaje o a lo menos se identifica con tal.
Como lector asiduo devorador de libros han sido muchas las veces que me he identificado con el protagonista, otras, las mas con algun secundario que influye en mayor o menor medida con el primero, pero mis personajes favoritos son los que actuan como guias o mentores del protagonista en cuestion que la mayor parte de las veces es un atarantado que no sabe ni la "O" por lo redondo.
En mi identidad secreta cuando no soy carusito, me pongo a pensar en las personas que fueron como esos mentores de las historias que leo.
De los mentores que hubo en mi vida tengo que traer a mi memoria a mis acoples de adolescencia que aunque eran varios años mayores que yo fuero de los mejores amigos que tuve con los cuales aprendi a beber sin emborracharme, a emborracharme sin perder el control y a perder el control. Y cuales mosqueteros y yo D'Artagnan corrimos grandes aventuras, pero ese sera otro relato.
Hubo tambien otro gran mentor, el principal, con el que aprendi de dignidad y respeto, de moral y responsabilidad.
Fue tambien mi amigo aunque por el respeto que me inspiraba nunca hubo familiaridad aunque si mucha confianza.
En los pasados dias en los que los medios no han cesado de hablar del fallecimiento del Papa, no pude evitar traer a mi memoria a ese gran maestro y mentor que fue para mi el Padre Pedro Moreno que el proximo mes sera su aniversario de nacimiento al cielo. Extraño a este viejo que me enseño que una persona mayor y enferma puede ser toda dignidad. Que aunque pobre y autodidacta en mucho de su aprendizaje de lenguas y sagradas escrituras no se dejo comprar por la Universidad Gorgoriana de Roma y permanecio en su grande y pobre parroquia.
Tengo encendidas algunas velas ya en el altar de mi casa. Por mi madre, por mi abuela, por el padre Pedro y ahorita una por el Papa.
Soy un irreverente en muchas cosas pero hoy no, hoy traigo onda de respeto por las cosas dignas.
Nos vemos.
